· “El Campo que yo Conocí. La Tierra, los
hombres, la política”, comprende la lucha contra el “latifundio financiero”
· Más de 9 mil delegados cenecistas de todo
el país analizarán problemática para avanzar en la Reforma Profunda al Campo
“El campo que yo conocí. La
tierra, los hombres, la política”. Son las “Memorias” de Augusto Gómez
Villanueva que el propio autor va a presentar en el 77 congreso extraordinario
de la Confederación Nacional Campesina en Durango, donde se reunirán líderes
cenecistas de todo el país, legisladores y funcionarios para analizar la
problemática de la sociedad rural y aportar soluciones para continuar con la
reforma profunda al campo, el sector que más ha crecido durante el actual
gobierno.
El anuncio fue hecho por el
senador de Nayarit Manuel Cota Jiménez, presidente de la CNC, quien destacó que
al evento asistirán alrededor de 9 mil delegados cenecistas de toda la
República, gobernadores y secretarios de Estado, que en la tierra de Francisco
Villa abrirán un espacio de debate donde el principal ingrediente será el foro
en las mesas de trabajo para construir y formular la visión de la CNC en temas
estructurales y coyunturales, como el Presupuesto
Base Cero 2016 y la Reforma Profunda al Campo.
Primer secretario de la Reforma
Agraria en México y ante titular del Departamento de Asuntos Agrarios y
Colonización, Augusto Gómez Villanueva, nativo de Aguascalientes, adelantó que
a través de sus “Memorias” se pretende aportar nuevos elementos de juicio que
contribuyan al examen sereno de los acontecimientos en el campo mexicano.
“Su contenido lo he escrito a lo
largo de muchos años, en los claroscuros de una vida en la que alterné la
actividad política y la diplomacia, a veces en la soledad, en Roma o
Nicaragua”, cuenta, a su 86 años de edad, quien asumió el liderazgo de la CNC
en 1966 para enfrentar al “latifundismo financiero”:
“Familias enteras que a través
del acaparamiento ilegal de la propiedad rural, el agua, el crédito y el
comercio, configuraron nuevas formas de concentración de dicha propiedad,
organizando verdaderos emporios agrícolas que sumaron tierra y poder económico,
calificados por los campesinos como fraccionamientos simulados”.
Para entender la batalla sexenal
que libraron los campesinos y el presidente, contra la red tan amplia y
profunda de los intereses a los había que enfrentarse, debe tenerse presente
que en 1970, el latifundio simulado era ya una ofensiva forma de gran propiedad,
levadura de violencia y de enjuiciamiento de la obra social de la Revolución,
puesta en duda por sus más acérrimos críticos como por sus defensores.
Enfrentar el “latifundio
financiero” requería, además de “decisión y valor, toda una estrategia para
evitar la suma de fuerzas y recursos que actuaban como el gran muro de
contención a la demanda de los campesinos. Sin embargo, es justo reconocer la
excepción, ya que también en el camino encontramos a muchos propietarios que
demostraron tener una conciencia social”, explica Augusto Gómez Villanueva,
quien en su momento conoció las quejas e indignación de los hombres del campo de México, que
durante una o varias generaciones lucharon por un pedazo de tierra, en múltiples
casos durante siglos, como lo hicieron los núcleos indígenas, en su lucha
ancestral por lograr el reconocimiento a sus derechos históricos.
En las 900 páginas que integran
sus “Memorias”, el líder campesino da cuenta delas decisiones políticas que
llevaron a la destrucción de latifundios del norte del país, en Coahuila; el
noroeste, en Sonora y el problema de la salinidad en el Valle de Mexicali. La
polarización de antiguos problemas agrarios se dio en el sexenio del presidente
Luis Echeverría Álvarez con la afectación de viejos latifundios como Bosques de
Chihuahua, de 250 mil hectáreas, los extranjeros de Mayers y Whitehead y Nivens
en la huasteca potosina; 650 mil en la selva Lacandona.
También le tocó la política de
restitución y confirmación de 4 millones de hectáreas a favor de los grupos
indígenas del país; la organización de ejidos colectivos, empresas ejidales y
púbicas descentralizadas, como Bahía de Banderas y Nuevo Vallarta, en Nayarit;
Puerto Vallarta en Jalisco; Cumbres de Llano Largo en Acapulco, Guerrero; la
promoción y apoyo a empresas forestales ejidales o comunales en Durango,
Chihuahua, Oaxaca, Chiapas, Jalisco. Toda “esta vasta misión constituyó un reto
para todo un equipo de colaboradores surgido de la CNC, cuya experiencia fue
fruto de un trabajo apasionante y sostenido que nos impulsó a convertirnos en
los actores principales de la reactivación de la Reforma Agraria, 60 años
después de iniciado el reparto”.
En el 77 congreso nacional
extraordinario de la CNC del 25 al 28 de agosto en Durango, habrá módulos de
atención a la demanda campesina atendidos por funcionarios de alto nivel de
Sagarpa, Financiera Rural, Conagua, todos relacionados con temas sensibles que
ayuden para que el cenecismo de país tenga la oportunidad de una respuesta
rápida y contundente. Asimismo, exposición de productores del país; maquinaria
agrícola, capacitación; concurso nacional de oratoria y canto; el tradicional
“La Flor más Bella del Campo”.
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